“La información facilitada es meramente orientativa. Te recomendamos consultar siempre a tu veterinario para recibir asesoramiento personalizado.
Cachorros: Se debe supervisar cuidadosamente el ejercicio que hacen los cachorros porque sus cartílagos de crecimiento están en desarrollo, es decir, que son blandos y propensos a sufrir lesiones hasta los 12-18 meses de edad en la mayoría de las razas (y hasta los 24 meses en las razas gigantes). No existe una regla tajante con respecto la cantidad de ejercicio que necesita un cachorro. Algunas personas siguen la pauta de cinco minutos de ejercicio por cada mes de edad, pero no existen pruebas que respalden esta norma. La cantidad adecuada de ejercicio depende de cada cachorro concreto. Te recomendamos consultar siempre a tu veterinario para recibir asesoramiento personalizado.
El ejercicio diario es esencial y debe formar parte de la rutina de cualquier cachorro. Sin embargo, debe ser de bajo impacto y controlado. Céntrate en el tipo de actividad y evita las que sean repetitivas y de alto impacto, como por ejemplo, las siguientes:
Saltar, incluso desde muebles, coches o lugares altos.
Realizar giros bruscos.
Subir escaleras.
Actividades muy agitadas, como perseguir pelotas o palos a gran velocidad.
Jugar en superficies y suelos resbaladizos.
Fíjate si tu cachorro muestra signos de cansancio excesivo o cojera. Es importante y natural que los cachorros jueguen con normalidad, ya que contribuye al desarrollo de sus músculos, tendones, ligamentos, huesos y cartílagos, así como a la coordinación y propiocepción. Asegúrate de lo hagan sobre superficies antideslizantes y, si hay varios perros en la casa, vigila a los cachorros cuando jueguen e interactúen con otros.
Perros adultos: a la mayoría de perros adultos, si están en forma y sanos, les va bien hacer entre 45 minutos y 2 horas de ejercicio al día.
Perros de edad avanzada: los perros de edad avanzada (de más de 7 años) podrían preferir dar paseos más cortos y más frecuentes; por ejemplo, dos paseos de 30 minutos en lugar de una sesión más larga. Si tu perro es de edad avanzada, vigila si muestra signos de sobresfuerzo, tales como los siguientes:
Jadeo excesivo durante o después del ejercicio.
Sed extrema.
Quedarse rezagado o mostrarse reticente a seguir andando.
Cojera o reticencia a moverse.
Parecer demasiado cansado o dormir más de lo habitual después de los paseos.
Rigidez al levantarse después de pasear.
Si observas alguno de estos signos, consulta al veterinario sin demora.
Es importante tener en cuenta la temperatura que hace al pasear al perro y evitar las horas más calurosas del día.”