Lidiar con la agresión en perros puede ser difícil, especialmente cuando se desencadena por el miedo y los nervios durante un paseo, por lo que hemos enumerado algunos consejos sobre cómo hacer que tu situación sea más fácil y tus paseos más agradables. Si tu perro muestra signos regulares de agresión, es importante entender que tu perro no está siendo “malo” y no quiere comportarse de esta manera. La reacción simplemente se debe a que tu perro no sabe cómo comportarse o lidiar con una situación en la que se siente temeroso y quizás amenazado. Esta guía está diseñada para ayudarte a comenzar el camino hacia una mascota más feliz y segura.
Siempre recomendamos buscar consejo profesional antes de comenzar una nueva rutina de reentrenamiento, especialmente al pasear a un perro agresivo. Como con todos los problemas de comportamiento, resolverlo de manera correcta sin comprometer la confianza lleva tiempo. Lo más probable es que tu perro no desarrolló el problema de la noche a la mañana, por lo que es poco probable que lo “desaprenda” de la noche a la mañana. En realidad, es un proceso de manejar el comportamiento y asegurarse de que todas las interacciones sean positivas y a un nivel que tu perro pueda manejar hasta que se vuelva más tolerante.
Si bien evitar por completo la situación aterradora no resolverá el problema, tampoco lo empeorará, por lo que es mejor evitar situaciones de frente hasta que puedas manejar eficazmente el comportamiento de tu perro y tu perro esté mejor preparado para enfrentarlas.
Cuando comiences, te recomendamos que tomes medidas para proteger a tu perro, a ti mismo y a los demás simplemente diciendo “no” a las solicitudes de conocer a tu perro, equipando a tu perro con una chaqueta que diga “Necesito espacio” o una cubierta para la correa e introduciendo a tu perro a un bozal Baskerville con mucho entrenamiento de refuerzo positivo en casa. Puedes aprender más sobre cómo entrenar con bozal aquí:
También puede ser útil llevar un Pet Corrector contigo en tus paseos para evitar altercados, lesiones o trauma emocional.
Si el comportamiento agresivo de tu mascota se dirige principalmente hacia otros machos no castrados, vale la pena considerar la esterilización de tu perro. Si no hay distinciones entre los desencadenantes, lo más probable es que se deba a un problema territorial y debe ser abordado por un etólogo o especialista en comportamiento canino.
También es importante recordar que las habilidades sociales se adquieren, no se asumen ni se heredan, y, al igual que puedes entrenar a un perro para que sea agresivo (perros guardianes, perros policía, etc.), puedes desentrenarlos. Simplemente lleva tiempo, paciencia, espacio y refuerzo positivo.
Consejos de expertos sobre cómo entrenar a un perro reactivo con correa:
- Reprender a tu perro no ayudará y puede empeorar el comportamiento agresivo.
- Enseñar a tu perro a estar tranquilo al salir de casa puede ayudar mucho a abordar otros problemas que puedan surgir durante un paseo. Si tu perro tira de la correa, ladra o se lanza tan pronto como sales de casa, las posibilidades de que responda bien a otro perro o a una persona desconocida se reducen drásticamente.
- Planifica tu recorrido. Toma notas sobre lo que desencadena a tu perro para que puedas pensar en cómo volver a entrenarlo de manera controlada y en un entorno seguro.
- Tómate tu tiempo y haz pausas. La distancia es buena, y la duración puede ser corta al principio. Puedes, muy gradualmente, acercarte y quedarte más tiempo cuando tu perro comience a sentirse más cómodo.
- Mantén una actitud positiva. Recompensar el comportamiento tranquilo con golosinas de alto valor, juguetes favoritos y elogios reconfortantes ayudará a tu mascota a asociar la “cosa” aterradora con algo que disfruta. Es importante no dar la recompensa cuando está ocurriendo la agresión, ya que esto reforzará ese comportamiento negativo.
- Practica regularmente los comandos “sentado” y “quieto” para asegurarte de que tengas control y puedas calmar a tu mascota.